Por amor a la patria by Maurizio Viroli

autor:Maurizio Viroli [Viroli, Maurizio]
La lengua: spa
Format: epub
editor: Deusto
publicado: 2019-01-07T23:00:00+00:00

Ama a tu patria, nos exhorta, porque le debes tu vida, tu educación, tus padres, y tus amigos; en ella has disfrutado de los años más felices de tu niñez y juventud. Sé un recurso para ella y digno de ella; preocúpate por sus leyes. Sin embargo, no seas su juez y sí su partidario. Aquel que contribuye al bien común es un hijo digno de su patria.53

La palabra patria estimula el sentido de pertenecer a una unidad más grande que incita a cada cual a realizar su parte, sea grande o pequeña, en el bien común. La vinculación al bien común se nutre de un sentido de unidad que es más cultural y espiritual que político.54 Entendido como cultura, la patria no se distingue de la nación. De hecho, Herder utiliza los dos términos como sinónimos. «¡En cuanto a nosotros, gracias a Dios», escribe sarcásticamente, «el carácter nacional (Nationalcharakter) ya no existe! Nos amamos unos a otros o, más bien, podemos prescindir del amor; porque simplemente nos llevamos bien entre nosotros, siendo todos igual de corteses, bien educados y sosegados». Unas líneas después, reafirma este punto sustituyendo «carácter nacional» por «patria»: «Para estar seguros de que ya no tenemos una patria (kein Vaterland) o ningún sentimiento monárquico; en su lugar, todos somos ciudadanos filantrópicos de este mundo».55 En el lenguaje de Herder el concepto de patria se subsume en el de nación entendido como la cultura específica y la suma de la vida espiritual de cada pueblo en un momento dado de la historia; el alma nacional «es la madre de todas las culturas que hay en la tierra» y todas las culturas son la expresión del alma nacional.56 Una persona sin espíritu patriótico, señala Herder, «se ha perdido y a todo el mundo a su alrededor».57 Quiere decir que ha perdido su propia identidad espiritual, que viene del contacto con la cultura nacional.

Nación significa unicidad. La unidad cultural de una nación basada en la historia, el lenguaje, la literatura, la religión, el arte y la ciencia constituyen el pueblo como individuo, un cuerpo único con su propia alma, sus facultades y sus fuerzas espirituales. Aunque cada nación tiene una individualidad particular e «inexpresable» (unaussprechliche), se puede decir que cada nación es a su manera una.58 Cada nacionalidad es «un pueblo con su propia cultura nacional así como con su lengua».59 Es un pequeño mundo en sí mismo que contiene dentro el centro de la felicidad. Aunque cambia a través de los siglos, conserva su propia identidad espiritual. La historia de la humanidad se puede contar en términos de organismos nacionales que crecen y decaen interactuando entre sí. No hay dos naciones en el mundo que tengan la misma historia, sino que cada nación tiene su finalidad según los talentos peculiares y dones con los que Dios la ha dotado. No sólo no quiere Dios la amalgama de diferentes naciones, también quiere que cada nación siga su camino, negándose a adoptar modelos artificiales que dañarían su unidad e identidad espiritual basada en esa unidad.

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